Kok Uhga

YO QUE ERA UN TEMPANO DE HIELO

Del amor que trasciende → Poemas al Alma


De pronto yo, que era un tempano de hielo.
Sucumbí ante el efecto de sus besos, haciéndome revivir esa llama que clamaba volver a arder en mi corazón. 

Se convirtió en dulce apenas lo probé. 
En manantial para mi ardiente sed.
En locura para mi ferviente docilidad.
Se convirtió en aquello que no podía ser sombra pero que cegaba mis sentidos. 
Aquello a lo que se es incapaz de decir que no, porque uno solo busca un eterno si. 

Se volvió el motivo de mis nuevas angustias.
La angustia de no estar entre sus brazos saboreando su cariño.
Se hizo en pedacitos y no sé cómo, ni en qué momento pero estaba dentro de mí. 
Quizá en un suspiro me absorbí su esencia, o tal vez en aquel abrazo tan efusivo que sentía que se fundía con mi piel, con mi ser y hasta con mis memorias.

Y ahí en ese corazón tan duro como una piedra, 
Surgió la manifestación más grande de Amor cuando me besó.
Ya no supe quién era, ni mi nombre, ni mis recuerdos quisieron aparecer. 
Se apoderó de mí y de a poquito me fue disolviendo las dudas, el miedo, las lagrimas
Y todo aquello que estorbaba cuando yo quería empezar de nuevo.

Sentí como me abrió el corazón y no para romperlo, si no para sanarlo con su presencia. 
Y para recordarme que la medicina más dulce que puede existir 
Se encuentra simplemente en su adorable existencia.

Kok - Uhga
Arte: Saúl Restrepo